Temperamento:
El
standard lo define como una
combinación de grandeza y buen genio, coraje y
docilidad.
“No
existe otro perro más pacífico, seguro
de sí mismo y tranquilo que el mastiff.
Le gusta la siesta, le encanta que lo
mimen y además lo manifiesta. Tiene
una paciencia infinita con los niños.
Para la familia es la fuerza de
disuasión absoluta que cuando se pone
en acción es imparable. Por suerte hay
pocas situaciones susceptibles de
hacer enfadar a un mastiff porque
entonces se convertiría en una maquina
imposible de detener, ni con gritos ni golpes
ni ninguna maniobra de intimación”.
“Por consiguiente estando en su
presencia se puede disfrutar de una total
tranquilidad y contar plenamente con la
estabilidad de su carácter. Es el ideal de
perro de compañía y protección. Sabe proteger
sin agredir. Su carácter es dulce y sensible,
es increíblemente inteligente, le encanta ser
parte de la familia, no le gusta estar solo,
disfruta compartiendo los momentos y lugares
de la familia”.
Le gusta estar al
aire libre, ni el frío ni la lluvia lo
afectan, no así el intenso calor que
lo molesta.
“El poder y el
respeto que irradia no radica en su
agresividad sino en su porte y
temperamento. Tranquilo y afectuoso
con sus dueños, de temperamento firme
con un excelente instinto de perro
guardián”.
Personalmente
tuve la oportunidad de comprobar el
instinto de protección y el equilibrio
de su temperamento. En una oportunidad
el cartero quiso entregar la
correspondencia a uno de mis nietos,
de cuatro años de edad, que se
encontraba jugando cerca de su mastiff
“Valentín”. Cuando el perro vio que
este se acercaba al niño estirando la
mano para entregar la carta,
rápidamente lo tomó del brazo, con
gran terror del pobre hombre, y solo
lo soltó cuando la madre se acercó y
retiró la carta. Esto no ocasionó
ninguna lesión en el brazo del
cartero, pero manifestó que la presión
que ejercía con sus mandíbulas era lo
suficientemente fuerte como para no
poder soltarse.
En
otra oportunidad “Valentín” salvo la
vida del niño cuando de un topetazo lo
sacó de la parte trasera de un
automóvil que retrocedía sin haberlo
visto y podía lesionarlo.
Hay numerosos
relatos de episodios sorprendentes
relacionados con la actitud de los
mastiffs, pero solo quise relatar los
personalmente vividos. La paciencia
infinita que demuestra soportando las
travesuras infantiles es proverbial
del mastiff
|